Nunca se puede ocultar al corazón lo que han visto los ojos.

Antonio Hernández


jueves, 18 de abril de 2013

Sí hay más

No es mi deseo, ni mi necesidad, comenzar ocupándome del estado de la Nación, aunque como español de a pie tengo todo el derecho del mundo para preocuparme por las cosas de mi casa y de mi familia que más me afectan, junto al resto de los españoles.

    Es raro que en cualquier conversacion no se llegue a comentar la situación en la que nos encontramos en España. Hay para todos los gustos, pero la conclusión general es que estamos asistiendo a la descomposición de este nuestro país, ni más grande ni más pequeño que otros, y lo peor es que ninguno somos capaces de saber, conocer o querer cómo salir de esta. No va a ser fácil, problema preocupante cuando la cuesta abajo en la que nos encontramos está cada vez más empìnada hacia el subterráneo.

    No es mi intención dedicarme a cuestiones políticas, para eso están los especialistas, los medios de comunicación y la sociedad en sus diferentes vertientes, la de los que son ricos de toda la vida, la de los que se están aprovechando de la coyuntura enriqueciéndose, y todos los demás, los que conforman la clase media, desde la alta hasta la más pobre y desgraciada. Porque el problema que nos afecta en primer lugar es el de la economía, después le siguen otros muchos de toda índole. que ayudan y colaboran al desastre.

    Hace tiempo me preguntaron en Medina Sidonia si tenía alguna información fidedigna del número de políticos que tenemos en España, gran pregunta para la que entonces no tuve respuesta. Ahora tampoco, pero algo me han enviado que, sin poder contrastarlo, parece acercarse a la triste realidad de la clase política que, al entrar  en el siglo XXI, empezó a caer en una rampa a la que más pronto que tarde nos llevará a un estrellado cuyas consecuencias son difíciles de aventurar.

    Un amigo me ha enviado por correo-e: ¡Por fin se sabe!. En él se dan datos numéricos de los políticos que viven a nuestra costa y un comparativo muy jugoso para abrirnos los ojos.




Las cosas que pasan

    Además de las deudas públicas y privadas que habrá que pagar, no cabe duda de que la educación, la sanidad, el paro, el desalojo de las viviendas, incumpliendo el artículo 47 constitucional, y una retahíla de más problemas que trastornan el desarrollo normal de la sociedad.
La primera de las mencionadas merece una atención especial.

    Muchos son los que machaconamente tratan este angustioso tema. Uno de los más inmediatos ha sido Antonio Muñoz Molina que, harto de que le recriminen su dedicación a contarnos sus experiencias y conocimientos recogidos a lo largo del tiempo pasado en los Estados Unidos, interesantísimos por cierto, dedica sus artículos periodísticos a asuntos de interés en nuestros días aquí, en la España nuestra.

    Recomiendo la lectura de su Memoria crítica, publicado en el diario El País el 29/30 de marzo, Babelia, p. 3.


    Y para muestra basta un botón. Muñoz Molina termina su Memoria crítica: En la izquierda, cualquier crítica del estado actual de la educación activa como un anticuerpo la acusación de nostalgia del franquismo. La derecha se ríe con esa sonrisa cínica del ministro de Educación: ellos van a lo suyo, a desmantelar lo público y favorecer los intereses privados y el dominio de la Iglesia, y en cualquier caso siempre tienen medios para costear estudios de elite y másteres a sus hijos. Es la clase trabajadora la que paga el precio de tantos años de despropósitos. De nuevo la ignorancia es el mayor obstáculo para salir de la pobreza. 

     
    Y un borrón en mi salida del día 12: en Las cosas que pasan se puede leer que el programa Hoy por hoy, de la Cadena SER, lo presenta Ana Bueno. Craso error, lo presenta con gran profesionalidad Pepa Bueno, que no es lo mismo. Perdón Pepa.

 Buenas noticias

    Pocas son las que en el ámbito nacional animan el cuerpo, pero tenemos la suerte de que Medina se está superando.

    Fracking no.  Mientras no cuajan convenientemente las energías renovables, no contaminantes, como la solar y la eólica, nos llega otra energía de posible destrucción masiva, que puede dar mucho dinero, pero quizás no trabajo. Esto está pasando en Medina, por ejemplo, que la eólica, tan propia para nuestro Levante, produce energía, pero los trabajadores vienen de Galicia.

    El 21 de marzo el Ayuntamiento asidonense se convirtió en un término municipal libre de fracking, una decisión que preserva de acciones cuyas consecuencias son todavía incalculables. Considero que el asunto va a dar mucho de sí y espero poder dedicarle algunos comentarios.

    Ese mismo día el Diario de Cádiz publicó la noticia, y al leerla me quedé perplejo. Todavía no he llegado a enteder el comenatario que la acompañaba: 1 Hartodemastuerzos 21.03.2013, 09,50: ¡Pero que preparadísimos jerarcas elegimos los votantes, siempre siempre a la cabeza de "pobreso"! Los preparadísimos comunistas (como éstos) fueron los que, cubriendo los reactores nucleares con uralita, provocaron el genocidio de Chernovil. ¡Angelitos!
He copiado fielmente el comentario 'de un desconocido'.

    Me permití acompañar al Diario con otro comentario: "2 Eduardo Ángel Ruiz 21.03.2013, 23,05. Enhorabuena y agradecido por vuestro adelanto a los acontecimientos especulativos. El fracking es una bestialidad utilizarlo en zonas creáticas de cierta inestabilidad, como es el caso. Los movimientos sísmicos pueden llegar antes que el gas y el dinero. Os felicito.
Para no ser menos la copia es también fiel, y pido perdón por haber consignado creáticas por freáticas.

    Otro, éste con pelos y señales, ha sido Fermando Santiago, prestigioso periodista gaditano, en su blog Con la venia, el mismo día 21. Confiesa que no lo tiene claro, algo tan transparente no parece posible que le ciegue. Tal que aquí:


    Otra buena noticia ha sido la celebración del II Certamen de Teatro Joven del 8 al 12 de abril y cuyos Premios Simprota se entregarán el 26 de este mes, a las seis de la tarde en el Teatro Miguel Mihura (nuestro entrañable Thebussem). Siento muchísimo no haber podido asistir, y no sé si podré llegar a la entrega premios.

Noticias tristes

    La vida es un escaparate de sonrisas y lágrimas, al lado de las buenas noticias ocupan su lugar las tristes. En pocos días han fallecido gentes del cine; la Thatcher, liberal conservadora y una de las culpables, no la única, de la situación económica en la que nos encontramos en Europa; y uno de los españoles más querido, el profesor José Luis Sampedro. De éste habrá que ocuparse en más ocasiones.

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Adiós, Adéu, Agur, Adeus
   

                            

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